Voy subiendo la escalera de David, mas
no le temo a la pausa
Como la muerte lenta de la hoja
me permito la niñez
Con fuego y agua
me permito la niñez
Escalón y no cima el lugar del infante
Sangre mi ausencia del vacío
Recogiendo
una sentencia
fueron tus manos
y no tu boca
lo que me enamoró.
2 comentarios:
Gorda, hoy la calma me salvó la vida.
(es literal)
Un abrazo.
Queda bien el verde.
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